Cada vez son más las personas que eligen el patinete eléctrico como medio de transporte diario. Es cómodo, económico, sostenible y perfecto para moverse por la ciudad sin estrés. Sin embargo, junto a todas esas ventajas llega también una gran responsabilidad: la de circular de forma segura, respetando las normas y protegiéndonos tanto a nosotros mismos como a los demás.
A partir del 2 de enero de 2026, entrará en vigor en España la obligación de tener un seguro de responsabilidad civil para todos los vehículos de movilidad personal (VMP), como los patinetes eléctricos, segways o hoverboards. Esta medida, recogida en la Ley 5/2025, busca equiparar la responsabilidad de estos vehículos a la de coches o motos, adaptándose al aumento del número de usuarios y al crecimiento de los accidentes en los últimos años.
El objetivo no es sancionar, sino proteger. Un simple despiste puede causar un daño material o personal, y sin un seguro, las consecuencias económicas pueden ser muy serias. Con una pequeña cuota mensual —mucho menos de lo que cuesta llenar un depósito de gasolina—, se puede contar con una cobertura que responde ante cualquier imprevisto. Igual que hacemos con el coche o la moto, ahora también toca hacerlo con el patinete.
Tener el seguro al día no es solo cumplir la ley: es un gesto de respeto y responsabilidad hacia quienes comparten la calle con nosotros. El seguro obligatorio cubrirá los daños que se puedan causar a terceros, tanto personales como materiales. Además, muchas aseguradoras ya están ofreciendo pólizas ampliadas que incluyen asistencia en viaje, defensa jurídica e incluso cobertura para el propio patinete en caso de robo o accidente.
Esta normativa también prevé la creación de un registro nacional de vehículos de movilidad personal, gestionado por la DGT, donde cada patinete deberá estar identificado con una placa o etiqueta visible. Es un paso más hacia la normalización de estos vehículos en el tráfico urbano, integrándolos de forma segura y regulada.
Circular con un patinete eléctrico es una gran libertad, pero también una gran responsabilidad. Igual que nos ponemos el casco por seguridad, tener un seguro obligatorio es una forma de proteger nuestra tranquilidad. Por muy poco dinero al mes, podemos evitar situaciones incómodas y, sobre todo, cuidar de los demás.
El cambio ya está en marcha, y estar informado es el primer paso. Si tienes o piensas adquirir un patinete eléctrico, asegúrate de conocer bien la nueva normativa y contratar tu seguro antes de que sea obligatorio. Es una pequeña decisión que puede marcar una gran diferencia. Porque moverse de forma sostenible también significa moverse con responsabilidad.
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