top of page

Asistencia en carretera en verano: ese detalle que da mucha tranquilidad

  • ncanopol
  • 28 jul
  • 4 Min. de lectura
ree

Verano.
Esa época en la que el ritmo cambia, los días se alargan y, para muchos, el coche se convierte en el aliado perfecto para moverse. Vamos a la playa, al pueblo, de escapada rural o a visitar a familiares. A veces improvisamos, otras veces lo tenemos todo bien planeado. Pero hay algo que todos compartimos: las ganas de salir a la carretera para disfrutar.

En medio de todo esto, hay un tema que a menudo pasa desapercibido pero que es muy útil tener cubierto: la asistencia en carretera. No es un tema habitual en las conversaciones veraniegas, pero cuando hace falta, se agradece. Y mucho.


¿Por qué es importante prestar atención a la asistencia precisamente en verano?
Durante el resto del año, usamos el coche para trayectos más rutinarios: ir al trabajo, hacer la compra, llevar a los niños al colegio… Son recorridos cortos, por zonas que conocemos bien. Pero en verano todo cambia. Aumentan los desplazamientos largos, visitamos lugares nuevos y, en muchos casos, cargamos el coche más de lo habitual.

Además, con el calor, ciertas partes del vehículo trabajan más: el sistema de refrigeración, el aire acondicionado, los frenos… Y aunque no tenga por qué pasar nada, es normal que aumenten los pequeños imprevistos. Nada grave, habitualmente. Cosas que se pueden resolver rápido si tienes ayuda, pero que pueden ralentizar mucho tus planes si no sabes a quién recurrir.

La asistencia no es solo una grúa
Cuando pensamos en asistencia en carretera, es fácil imaginar solo la típica grúa que remolca el coche. Pero hoy en día, una buena asistencia va mucho más allá. Puede cubrir situaciones cotidianas que no son grandes emergencias, pero que pueden ser un quebradero de cabeza cuando estás lejos de casa.

Algunas de las coberturas más comunes que suelen incluirse (aunque siempre conviene revisar la póliza) son:
  • Remolque o traslado del coche hasta un taller cercano o uno que elijas tú.
  • Reparaciones in situ: si es algo sencillo (una batería descargada, una rueda pinchada, una correa floja), se intenta resolver directamente.
  • Asistencia por pérdida de llaves, errores al repostar (como poner combustible equivocado), o quedarse sin gasolina.
  • Traslado de pasajeros o incluso alojamiento si el coche tiene que quedarse en el taller.
  • Vehículo de sustitución, en algunos casos.

Lo mejor es que muchos seguros ya incluyen este tipo de asistencia, pero no siempre se conocen los detalles.

Verifica qué tienes (y qué no)
Antes de salir de viaje, vale la pena echar un vistazo a tu póliza. Hay algunas cosas que marcan la diferencia y que a menudo no se tienen en cuenta hasta que se necesitan:
  • ¿La asistencia comienza desde el kilómetro 0 o a partir de cierta distancia desde casa?
  • ¿El remolque es hasta el taller más cercano o puedes elegir uno más conveniente?
  • ¿Incluye coche de sustitución? ¿Durante cuántos días?
  • ¿Qué ocurre si el problema se produce fuera de España?
  • ¿También cubre a los pasajeros? ¿Y su traslado?

No hace falta volverse loco ni revisar todas las cláusulas. Basta con revisar el resumen de coberturas o hacer una llamada rápida a la aseguradora o correduría. Es un momento que puede darte mucha tranquilidad.


Una ayuda práctica para seguir adelante sin agobios
La gran ventaja de contar con asistencia es que resuelve situaciones que, sin ser graves, pueden romper el ritmo del viaje. Cosas como una rueda pinchada en una zona sin talleres cercanos, una batería que falla después de dos días parado, o simplemente no saber a quién llamar si pasa algo a medio camino.

También puede ser útil para situaciones más “urbanas”: dejar las luces encendidas en el parking del hotel, cerrar el coche con las llaves dentro, o darte cuenta en una gasolinera de que has puesto el combustible equivocado. Pequeños incidentes que nos pueden pasar a todos.

Con un buen servicio de asistencia, no tienes que resolverlo todo por tu cuenta. Haces una llamada y se ponen en marcha.


Consejos básicos antes de salir
Además de contar con asistencia, hay algunas cosas sencillas que puedes hacer antes de un viaje largo en verano para reducir riesgos:
  1. Revisión básica: comprobar niveles de aceite, líquido de frenos y refrigerante, estado de los neumáticos y funcionamiento del aire acondicionado.
  2. Presión de las ruedas: especialmente importante si vas a cargar el coche más de lo normal.
  3. Documentación: asegúrate de llevar el seguro, la ITV en regla y el teléfono de asistencia apuntado (por si se te queda sin batería el móvil).
  4. Elementos obligatorios: triángulos o luces de emergencia, chaleco reflectante, rueda de repuesto o kit de reparación.
  5. Planifica con calma: evita salir en las horas de más calor y haz paradas frecuentes en trayectos largos.

En resumen
El verano es para disfrutar, para moverse, para descubrir lugares nuevos y reconectar con lo que nos gusta. Y el coche es, muchas veces, una pieza clave en ese plan. No hace falta convertirse en un experto mecánico ni obsesionarse con todo lo que puede pasar. Pero sí es buena idea tener claro que, si algo no sale como esperábamos, hay formas de resolverlo fácilmente.

Contar con una buena asistencia en carretera no es una cuestión de miedo, sino de previsión. No para anticipar problemas, sino para poder disfrutar sin preocuparse por ellos.

Así que, si estás preparando un viaje o simplemente vas a moverte más de lo habitual, dedica cinco minutos a revisar qué asistencia tienes contratada. Puede que no la necesites este verano. Pero si en algún momento la necesitas, lo agradecerás.
 
 
 

Comentarios


bottom of page